jueves, 12 de abril de 2012

Qué es la composición corporal


La composición corporal es un método útil para determinar la efectividad de la dieta en el desarrollo muscular de una persona o en la pérdida de grasa
     
La composición corporal recoge el estudio del cuerpo humano mediante medidas y evaluaciones de su tamaño, forma, proporcionalidad, composición, maduración biológica y funciones corporales. Su finalidad es entender los procesos implicados en el crecimiento, la nutrición y el rendimiento deportivo (ganancia de masa muscular, ajuste de pérdida de grasa), o de la efectividad de la dieta en la pérdida proporcionada y saludable de grasa corporal y en la regulación de los líquidos corporales. En definitiva, se trata de obtener una valoración objetiva, con fundamento científico, de la morfología de las personas y las manifestaciones y necesidades que devienen de ella. Por otro lado, la composición corporal acompaña cada vez más a menudo la información y divulgación relativa a la nutrición y práctica deportiva y los tratamientos de control de peso y de adelgazamiento. En este artículo no sólo se explica qué es la composición corporal, sino la importancia de las medidas y valores, qué no define la composición corporal y qué métodos se utilizan para medir y valorar los diferentes "compartimentos corporales". 

Medidas y valores

La definición de obesidad (o normopeso, sobrepeso o bajo peso en su caso) basada en el Índice de Masa Corporal (IMC), que solo tiene en cuenta la altura y el peso, es cada día más cuestionada por insuficiente como herramienta de diagnóstico y como elemento de evaluación durante la terapia de un problema de peso o de crecimiento. El IMC tiene el peso y la estimación de la masa grasa (MG) como principal objetivo, pero el consenso actual manifiesta la necesidad de considerar, tanto o más que la MG, la masa muscular (MM), la masa ósea (MO), sin olvidar el principal componente del cuerpo humano, el agua.
Los resultados antropométricos permiten evaluar el estado nutricional, aplicar la pauta nutricional correcta y el entrenamiento preciso
Todo ello permite valorar la situación nutricional real de una persona, y los resultados antropométricos determinan las necesidades energéticas y nutricionales, lo que llevan a pautar una correcta nutrición y el entrenamiento óptimo. Esto es posible si el análisis antropométrico evalúa la estructura del cuerpo en su totalidad y los cambios que ocurren como resultado de situaciones fisiológicas o patológicas o que son solo el resultado de la edad, sexo y estilo de vida. Por el momento, las valoraciones están encaminadas a atender la demanda de conocimiento de los deportistas de élite y de personas con una necesidad de desgaste físico importante o que no logran obtener una razón que justifique el desequilibrio entre ingesta y desgaste energético y que se manifiesta con sobrepeso o bajo peso.
Los datos que ofrece un completo análisis de la composición corporal se centran en el estudio de diferentes partes del cuerpo y la medida de la presencia de agua corporal total, masa grasa, masa magra, minerales del hueso y masa celular corporal en cada uno de ellos. Los resultados antropométricos conducen a conocer las necesidades energéticas reales en el tiempo y las situaciones concretas, lo que dicta una correcta nutrición y pauta el entrenamiento correcto.

Qué no define la composición corporal

El análisis de la composición corporal evita conclusiones que pertenecen más a la divulgación popular que a la científica. La supuesta pesadez de los huesos, los músculos secos o la imposibilidad de pérdida de grasa son tres ejemplos de ignorancia. Si bien en términos generales la masa total de lípidos (triglicéridos) se presenta como promedio en hombres y mujeres entre el 23 y 27% del peso corporal total; o se calcula que en los hombres, el 60% de su peso es agua corporal y el 50% en las mujeres, son solo cifras estimativas que no pueden singularizarse.
La composición corporal es individual y además varía a lo largo de la vida. También responde al grado de salud de cada persona, aunque sí es verdad que si se detectan valores que no entran en la horquilla habitual (por ejemplo un niño con un desarrollo ajeno al percentil básico) puede interpretarse como una señal de alarma. No hay duda de que habrá que buscar las causas y lograr un tratamiento dietético mediante el apoyo y el asesoramiento nutricional antes de que se registren consecuencias más graves.

Qué métodos se utilizan

La importancia de la homeostasis o metabolismo celular de los seres vivos es el gran reto del siglo XXI. Se trata de disponer de métodos o aparatos de Bioimpedancia (BIA) que permitan valorar el agua intra y extracelular. De esta manera, se logra medir y valorar los diferentes "compartimentos corporales" similares en que está dividido el cuerpo humano.
En definitiva, realizar una evaluación correcta y completa de la composición corporal que permite estimar con exactitud la cantidad de grasa, agua, masa magra, e incluso masa ósea, que se obtiene mediante métodos clínicos más precisos, como la impedancia bioeléctrica (fuerza y velocidad de una señal eléctrica que viaja a través del organismo).
Las mediciones se basan en el hecho de que los tejidos como músculos y sangre contienen altos niveles de agua y electrolitos y, por tanto, actúan como conductores de una señal eléctrica. El tejido graso es, en comparación, menos acuoso y ofrece resistencia al paso de la señal eléctrica. El aumento de los valores de impedancia se corresponde por tanto, a niveles más altos de grasa corporal.

APARATOS DE BIOIMPEDANCIA Y SU USO

En el mercado se encuentran aparatos especializados en la medición de la composición corporal, pero como sucede con las herramientas, no basta con tener el artilugio. Es clave interpretar los datos que se consiguen con él. Los dietistas-nutricionistas son, según sentencia del Supremo, los profesionales capacitados y reconocidos para ejercer la función sanitaria de pautar dietas y conducir la nutrición de una persona.
Reconocer esto es más importante cuando herramientas muy potentes, como las BIA, ofrecen la posibilidad de interpretar datos sin conocimientos profundos y examinados. Un mal diagnóstico conduce a seguir pautas erróneas en algo tan sensible y tan importante como la salud.